Quiero dedicar la primera entrada “buena” de este blog a una
saga de videojuegos muy especial que aúna muchas de los temas sobre los que voy
a escribir aquí: una maravillosa música, unos personajes tremendamente
carismáticos, humor en su máximo exponente, y, sobre todo, una historia que te
envolverá sin remedio. Esta saga es Ace Attorney.
¿Qué es Ace Attorney? ¿Qué tiene de especial? Ace Attorney
pertenece al género de las aventuras conversacionales, un género muy poco
explotado en occidente, pero con mucho tirón en Japón. Básicamente, podríamos
decir que es una especie de “novela interactiva”, donde leer es casi todo y
avanzamos gracias al uso de nuestra perspicacia, no de nuestra habilidad a los
mandos. Sin embargo, el elemento que diferencia esta saga del resto de este
género es que tomamos el papel de un abogado, y que la mitad de los juegos la
pasamos en los juicios defendiendo a nuestros clientes mientras esclarecemos
los enrevesados casos. Pero no nos adelantemos; más adelante hablaré del
sistema de juego.
La saga Ace Attorney consta de cuatro títulos principales
(el quinto está en camino para, en principio, 2013) más dos spin-off (uno de
ellos, inédito fuera de Japón). Son los siguientes:
1- Phoenix
Wright Ace Attorney
2- Phoenix
Wright Ace Attorney: Justice for All
3- Phoenix
Wright Ace Attorney: Trials and Tribulations
4- Apollo
Justice Ace Attorney
Spin off:
Ace Attorney Investigations 1 y 2 (el 2 inédito fuera de Japón)
Sí, es una saga bastante amplia, pero lo bueno es que está
toda reunida en una sola consola, Nintendo DS. Aunque, en realidad, la trilogía
original procede de Game Boy Advance.
El protagonista de la mayor parte de los juegos es Phoenix
Wright, un personaje que ya se ha ganado un hueco en el corazón de los miles de
jugadores que hayan compartido sus aventuras. A su lado se encuentran
peculiares personajes como Maya, una chica médium que actúa como su ayudante,
Edgeworth, un implacable fiscal y amigo de la infancia del abogado, o el
inspector Gumshoe, un agente de policía algo atolondrado.
Estos son algunos de los principales personajes de la
trilogía original. El cuarto Ace Attorney barrió con casi todos ellos para dar
paso a nuevos, siendo el abanderado el abogado Apollo Justice. Los
Investigations los protagoniza Edgeworth. En el 5, Phoenix Wright volverá a
tomar el papel principal.
Empezando a hablar del tema técnico, lo primero es decir que
ningún título de la saga tiene gráficos punteros. Los personajes y los
escenarios que investigamos están construidos a bases de sprites, siendo los
objetos modelados tridimensionalmente verdaderamente escasos (aunque en los
últimos títulos hay bastantes más). Sin embargo, esto no es un inconveniente,
pues cada personaje está dotado de un estilo diferente y gozan de unas
expresiones extremadamente marcadas. Los escenarios quizá se queden un poco
atrás debido a la poca definición con la que cuentan, pero aún así, casi todos
se encuentran repletos de cosas con las que interactuar.
Ahora, a hablar de la música. Y lo único que hay que decir
sobre ella es que es excelente, y que potencia las sensaciones que se quieren
transmitir de una manera inimaginable. Un ejemplo: estás en un juicio a punto
de pillar una mentira clave a un acusado, y oyes la movida música que pongo a
continuación. De esta manera te logra poner mucho más en tensión que si imperase
el silencio.
Cabe decir que, debido a la calidad de la banda sonora de
todos los juegos, se han dado en Japón numerosos conciertos con sus temas
orquestados y en clave de jazz.
Aquí algunos de mis temas favoritos de la saga.
Pasemos a la jugabilidad, lo más importante en cualquier
videojuego. Si quieres disfrutar de Ace Attorney, tiene que gustarte leer, y
mucho; no harás mucho más, ya que todo se desarrolla a base de textos. Todos
los juegos de la saga están divididos en capítulos, pertenecientes cada a uno a
un caso (muchas veces, relacionados unos con otros). Cuando nos pongamos a los
mandos, podremos distinguir dos partes claramente diferenciadas: la parte
investigación, y la parte de los juicios.
En la parte de
investigación nos desplazaremos de un escenario a otro, siendo todos ellos
estáticos; es decir, no hay movimiento, si no que están continuamente parados.
En ellos, podremos interactuar con el personaje que haya allí, si lo hay, o
investigar todo lo que veamos. Para ello, tendremos que pinchar en la parte que
queramos observar. De esta manera, podremos recoger pruebas y objetos para
utilizarlos en los juicios. Y pasemos ahora a esta parte, normalmente, la
favorita.
En los juicios nos “enfrentaremos” al fiscal de turno, y
nuestro objetivo será demostrar la inocencia de nuestro cliente. Testigos saldrán
a presentar su declaración y nosotros deberemos encontrar las contradicciones
contrastando sus palabras con las pruebas que tenemos. Cuando los pillemos, a
protestar (literalmente). Esto es, básicamente, lo que produce que los juicios
avancen. No obstante, no es tan fácil como parece: en los últimos casos las
contradicciones están muy escondidas, y es bastante difícil pillar las
mentiras.
Esto es el sistema de juego general de la saga, pero entre
las distintas entregas hay pequeñas diferencias, como los tics de Apollo
Justice, o los psicocandados de Justice for All y Trials and Tribulations. Sin
embargo, en los spin-off Ace Attorney Investigations el sistema de juego cambia
de manera mucho más notable, siendo las principales diferencias su visión en
tercera persona y la eliminación de los juicios.
Pues, esto es, a grandes rasgos, lo que Ace Attorney os
ofrecerá. Antes de terminar, me gustaría volver a resaltar el enrevesamiento de
sus historias y su capacidad de absorción: no pararás hasta acabar el caso.
Además, combinan de manera sobresaliente el dramatismo con el humor; en el
mismo caso puedes estar partiéndote de risa, y diez minutos más tarde, con el
corazón encogido por el rumbo de los acontecimientos.
En conclusión, no hace falta que seas un “friki
de los videojuegos” para jugar Ace Attorney, si no que basta con que tengas un
poco de interés por historias de calidad para disfrutar de esta apasionante
saga. Palabra.
Mi último mensaje: ¡Feliz Navidad 2012!